La cosecha principal comienza generalmente en mayo y se extiende hasta agosto. En noviembre y diciembre se realiza una cosecha menor conocida como “mitaca” o “traviesa”. Durante los períodos de cosechas, las cerezas se recolectan cuidadosamente cada tres semanas. Solo se seleccionan las cerezas maduras, identificadas por su color rojo oscuro o rojo intenso. Esta selección garantiza una mejor calidad.
Después de la recolección, las cerezas pasan por un proceso llamado “balceo”, donde se sumergen en agua para separar las cerezas maduras de las inmaduras o defectuosas, lo cual mejora aún más la calidad del café recolectado.
La recolección suele requerir mano de obra, usualmente proporcionada por familias o personas de veredas cercanas. Este empleo no solo fortalece la economía local, sino que también fomenta la participación comunitaria en la producción de café. Durante la cosecha alta, se requieren aproximadamente cuatro recolectores por hectárea. Los trabajadores suelen ser contratados y remunerados por peso o por hora