El Café Geisha, originario del Bosque Gorigesha en Etiopía, fue registrado por primera vez en los años 30 bajo el nombre "Geisha" en Tanzania y Kenia. En Costa Rica, se introdujo en 1953, pero no resultó ser productivo debido a su baja resistencia. En Panamá, la variedad fue redescubierta en 1996 por la familia Peterson en la Hacienda La Esmeralda, que logró revivir su cultivo. En 2004, este café alcanzó fama mundial al ganar el concurso Lo Mejor de Panamá con una calificación de 94.5 puntos y un precio récord de $21 por libra. El Geisha se caracteriza por su porte alto y esbelto, con cerezas grandes y rojas y un crecimiento óptimo a altitudes superiores a los 1,700 metros sobre el nivel del mar. Aunque su cultivo es desafiante por su baja productividad y condiciones específicas, su sabor delicado y complejo lo convierte en uno de los cafés más apreciados en el mundo. En Colombia, se introdujo en 2010, extendiéndose principalmente en regiones como Cauca, Huila y Nariño. Su nombre es a veces escrito "Gesha" o "Geisha" debido a la traducción de los dialectos etíopes al inglés, pero ambas formas se usan indistintamente.